Anónimo; Sobre mujeres, amor y otras cosas
Un niño desnudo provoca sentimientos de amor y de simpatía. Pero eso es precisamente lo que no quieren las fuerzas oscuras. Su objetivo es que los niños reciban tan poco amor como sea posible. Sólo entonces crecerán siendo salvajes y crueles. ...
A los que luchan contra la desnudez infantil les caracteriza una extraordinaria crueldad, síntoma propio a todos los oscurantistas. No se detienen ante nada a la hora de obligar a otras personas a vivir según su moral. ...
Los niños (y especialmente las niñas) necesitan ser amados. Porque si durante su infancia reciben suficiente amor y caricias por parte de los adultos, crecerán siendo bondadosos, tranquilos y felices y podrán, a su vez, criar a niños como ellos. Y eso acercará el advenimiento de una era de felicidad.
Si un niño no recibe suficiente amor, no se desarrolla correctamente y hasta puede enfermar física y mentalmente. ...
La necesidad de ser amado es la necesidad psicológica más profunda de un niño. Y no sólo necesita amor emocional, no sólo necesita palabras de amor, sino también dulces caricias, besos... Las normas morales contemporáneas permiten sólo de manera muy limitada que los adultos (sólo los padres) acaricien a los niños.
Ayllón, Miguel Martín; Internet, paidofilia y represión; Web site Rebelión, Dec 10 2004
La atracción sexual por menores es bastante más común de lo que parece, es una pulsión sexual como cualquier otra, pero aún hoy está al nivel del tabú inconfesable. Es cierto que hay algo delicado en el sentimiento, en su relación con la realidad y el deseo. Las relaciones de adultos y niños se prestan a relaciones de poder abiertamente desiguales y, por tanto, es un deseo que difícilmente puede satisfacerse, salvo en casos excepcionales.
Pero, en ningún caso - y lo peor es que hay una mayoría de población a la que esto no le ha de parecer tan obvio -, el paidófilo no tiene un perfil potencialmente criminal ni es peligro alguno para los niños por el hecho de serlo.
Los asesinatos, abusos y agresiones contra mujeres - que son el pan de cada día -, los ejecutan hombres que entran en el canon de sexualidad socialmente admitida, adulta y hétero, donde se supone que la realización del deseo puede producirse sin forzamiento ni violencia. Por tanto, al pederasta como al maltratador, no los define ni los impulsa el deseo, por lo que el deseo no puede ser sospechoso ni criminalizable. ...
La paidofilia no es ninguna perversión. La condena de la atracción sexual hacia menores no tiene diferencia alguna con el nivel de condena de la homosexualidad hace sólo veinte años. En este sentido, el paidófilo toma hoy el relevo del monstruo, el otro, frente al que la sociedad necesita reafirmar sus elementos morales. ...
Hay que saber la clara frontera entre deseo, atracción y abuso. Estamos hablando de pederastia cuando el adulto presiona, fuerza y consume su deseo contra la voluntad del menor.
Pariah; Chivos expiatorios y rechazo social; CounterPunch (4-5 de marzo 2006), Mar 05 2006
Hoy existe en Estados Unidos una clase de personas, las cuales suman dos millones o más, que han sido completamente transformadas en chivos expiatorios, condenadas al ostracismo, demonizadas y rechazadas. Ya no hay ninguna defensa válida para estas personas. Prácticamente nadie, ni de izquierdas ni de derechas, libertarios civiles o ciudadanos de a pie, defenderá sus derechos. Suelen ser denigradas con el lenguaje más feroz y lleno de odio, un lenguaje anteriormente reservado para las clases hoy protegidas: judíos, negros y homosexuales. Son blanco fácil de abuso y de actos de vandalismo y están sometidas al desprecio social más absoluto.

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¿Quién es esa escoria?
¿Terroristas árabes?
¿Fanáticos musulmanes?
No, esos malhechores parecen casi inofensivos en comparación con esta chusma infame. Son la gente más terrible del mundo: ¡DELINCUENTES SEXUALES! Todavía peor, ¡muchos son PEDÓFILOS! De hecho, estos dos términos se confunden.